Como fue vuestro comienzo en el mundo de la música?
Todo comenzó hace unos seis años.
Manu y Javi, cantante y guitarrista respectivamente, nos conocimos en la facultad, y pronto nos unió la pasión por la música. Buscamos gente con la que tocar y, poco a poco, fue gestándose Baja California.
Tras varias incursiones en baretos, grabaciones de maquetas y ensayos y más ensayos, conseguimos hacernos un jequecillo en la escena local y obtuvimos financiación a través de un concurso para grabar nuestro primer disco, “La Cara B del Rock”.
Esta fue nuestra carta de presentación para empezar a hacer carretera y kilómetros, ampliar nuestras miras y dar el pistoletazo de salida a nuestro nuevo trabajo, “Horizontes”, con el que estamos girando actualmente.
-Que proyectos teneis en marcha?
Ahora mismo nos quedan unas cuantas ciudades por visitar antes de terminar la gira de presentación de “Horizontes”. El proyecto inmediatamente posterior es gastar todos los ahorros de la banda en cerveza (lamentablemente, somos pobres) y sentarnos a componer el que será nuestro siguiente trabajo, que esperamos tener listo a finales de año.
-Cuales son vuestras próximas actuaciones?
¡Ahí van! El 21 de febrero estaremos en Madrid, el 6 de marzo en Valencia, el 7 de marzo en Mayorga (Valladolid), el 21 de marzo tocaremos en casa, en Oviedo, y el 18 de abril visitaremos Bilbao... y tenemos además un par de fechas más pendientes de confirmar!
-Algún ritual antes de actuar?
¡Juntamos las manos, en plan Power Rangers, e invocamos cada uno a un muerto del rock!
-Alguna anecdota curiosa en una actuación?
¡Esta pregunta daría para mucho! Así que ahí van tres:
Una vez cayó un rayo sobre el edificio en cuyo interior se celebraba el concierto y se fueron el sonido y la iluminación a tomar por culo...
En otra ocasión, una de las bandas con las que tocábamos cogió todo el dinero de las entradas y se dio a la fuga durante nuestra actuación...
Y, por último, aunque podríamos escribir un libro, en una ocasión, durante un concierto, algún cabrón se coló detrás del escenario y desconectó la toma de corriente general. Nos quedamos nuevamente sin sonido y sin luces, pero Drest, nuestro batería, siguió sin inmutarse con la media canción que quedaba y el público la coreó hasta el final a gritos. Fue épico.
-A que se debe el nombre del grupo?
En los inicios de la banda, Manu estaba haciendo unas prácticas de verano en México, en Baja California... Cuando llegó el momento de elegir un nombre, nos vino el recuerdo de esos primeros momentos y, como sonaba tan bien y nuestras primeras canciones tenían ese aire a desierto, lo tuvimos claro.
-Algún momento en que pensarais en dejarlo?
En todas las bandas hay malos momentos... En concreto, después de grabar el segundo disco, los que por entonces eran bajista y guitarra rítmica en la banda se bajaron del barco, y por unos instantes nos entraron ganas de mandarlo todo a la mierda.
Pero al final nos dimos cuenta de que no podemos vivir sin esto.
¡Por mucho que nos echen encima, no van a poder quitarnos de en medio!
-Que le decís a vuestros fans?
Les damos las gracias mil y un veces, porque no hay nada más mágico de ver a alguien cantando una canción que has escrito, o simplemente compartiéndola, o diciéndote que le pone los pelos de punta.
Y les decimos, hoy y siempre: ¡¡¡Aguante!!!
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